Consiga Pretender
118 • ¡Consiga pretender!
Dios nos ha llamado a todos a funcionar como sus embajadores encarnados. Todo lo que decimos y hacemos tiene importancia debido al Rey que representamos. Este no es un llamado de medio tiempo; es un estilo de vida. Representamos los propósitos de Dios para las personas que Él coloca en nuestras vidas. La pregunta principal en nuestra mente debería ser: “¿Cómo puedo representar mejor al Rey en este lugar, con esta persona en particular?” 21 Esta declaración describe con precisión el llamado y la responsabilidad de aquellos llamados a servir como embajadores. Se les ha dado el cargo de “permanecer en el lugar” de su gobierno y gobernante ausentes, para representar al Reino en el contexto de sus palabras, conducta y relaciones. Somos embajadores de Cristo, exhorta Pablo, con él haciendo su llamamiento a través de nosotros. Somos sus agentes llamados a representar su voluntad, precisamente en la situación en la que nos ha colocado. Siguiendo la dinámica (los principios) de representación Si observa detenidamente las formas en que Dios y Cristo llamaron a hombres y mujeres a representar sus intereses en una tarea o misión en particular, verá un patrón con una dinámica clara de ese llamado. Estas dinámicas o principios constituyen las etapas y acciones activas involucradas en cada asignación de responsabilidad para cada persona que sirve como emisario, enviado o representante de Dios. Estos principios forman el cuerpo del acto real de delegación a un representante, y a través de ellos podemos entender el proceso de nuestro propio llamado único, y nuestros papeles en la representación de Cristo y su Reino donde vivimos. 22 Permítame describir brevemente cada etapa o principio para que pueda tener una comprensión más clara de cómo Dios llama y encarga a su pueblo para que haga su trabajo.
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