Consiga Pretender

Capítulo 5: Representando • 129

haciendo lo que se le exige. La duda persistente en su habilidad puede crear inacción, y no sentir que puede hacerlo puede desanimarle. ¿Qué pasa con la claridad de la convicción ?: ¿Qué hace cuando su propio sistema de creencias personal entra en conflicto con lo que su enviador quiere que haga? A veces luchamos sabiendo qué es exactamente lo que Dios quiere que hagamos. ¿Qué hace cuando todos le aconsejan sobre un curso de acción y nada parece claro? Obedecer el llamado de Dios significa que debe estar completamente convencido de lo que él le está llamando a ser y hacer. El estudio de las Escrituras, el asesoramiento pastoral, la oración, el aporte del director espiritual y del mentor, y las circunstancias son todas las cosas que Dios puede y usará para proporcionarle dirección sobre dónde quiere que vaya. (Una persona estima que un día es mejor que otro, mientras que otra estima todos los días por igual. Cada uno debe estar completamente convencido en su propia mente [cursivas mías], Rom. 14:5). Finalmente, también debemos enfrentar el desafío de nuestro desarrollo de carácter : ¿cómo el carácter de uno forma y afecta el tipo de representación que ofrece a su enviador? Pablo instruyó a Timoteo en 2 Timoteo 2:1-7 que necesitaba vigilar su propio carácter, ya que podría afectar en gran medida su obediencia y servicio a Cristo. Le dijo que compartiera el sufrimiento como soldado, que no se enredara en actividades civiles. Como un atleta, debe competir de acuerdo con las reglas, y como un granjero, ser paciente y compartir los productos de los cultivos. La disposición a sufrir, a seguir el gobierno de Dios y a ser pacientes: nuestro carácter determina en gran medida nuestra capacidad de representar a Cristo y su Reino donde vivimos. Estas tres dificultades, asuntos de conciencia, convicción y carácter, pueden dar forma a la forma en que servimos a Cristo. Debemos ser conscientes de nuestra propia capacidad para