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CAPÍTULO 2 El principio de reversión y el Reino de Dios al revés

Como se mencionó en el primer capítulo, la única manera de comprendernos correctamente es tener nuestros marcos mentales correctos, es decir, debemos llegar a ver las cosas, por así decirlo, desde el punto de vista de Dios. La verdad del asunto es ésta: ¡no vivimos nuestras vidas basados en lo que realmente es, sino sobre de cómo pensamos que es! De todas las criaturas de Dios, los seres humanos no pueden vivir bien sin tener una razón clara para hacerlo; Simplemente tenemos que tener un propósito para nuestras vidas que tenga sentido para nosotros, que integre las diversas partes de nuestras vidas en algún tipo de historia que tenga sentido y sea clara. Venimos a vivir nuestras vidas basados en una perspectiva y visión que adoptamos, nuestra propia “explicación” personal de por qué estamos aquí, quiénes somos y cómo funciona el mundo. Deseamos coherencia: todos queremos desesperadamente que nuestras vidas tengan sentido. Las personas, por necesidad, tienden a operar de acuerdo con sus marcos interpretativos: vivimos, como dice un comentarista, como “cosmovisiones andantes”, criaturas que dan sentido a las cosas a través de la historia que nos contamos. Básicamente, toda existencia humana se vive en un “mundo ordenado por historias”, donde nuestras familias, relaciones y cultura nos ayudan a

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