Conversion y Llamado, Guia del Mentor, MG01

C O N V E R S I Ó N Y L L A M A D O

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1. Como peregrinos, no buscamos ningún lugar permanente, así que tenemos la libertad de ir al lugar que Dios nos indique. No tenemos un domicilio permanente en este mundo.

2. Como peregrinos, y de acuerdo a cómo respondamos a su Espíritu Santo, podremos trasladarnos a cualquier lugar que Él desee enviarnos.

3. Puesto que anhelamos nuestro hogar verdadero y eterno, debemos tener la mejor disposición para comunicar el mensaje de Jesucristo a todo el mundo.

III. El llamado al discipulado también abarca el llamado a vivir como siervos sacrificados para la gloria de Jesucristo.

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A. Hemos sido llamados para llevar fruto, para que el Padre sea glorificado.

1. El Padre es glorificado cuando los discípulos de Cristo llevan mucho fruto, Juan 15.8.

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2. El fruto que llevamos en el nombre de Cristo y para la gloria del Padre debe ser fruto abundante, que perdure y permanezca en nuestra vida, en nuestra alabanza a Dios, y en nuestro ministerio, Juan 15.16.

B. Con el propósito de traer gloria a Dios, debemos adoptar un estilo de vida servicial y de negación propia, demostrando con ello nuestra disponibilidad de morir a nosotros mismos, a fin de tener la libertad de vivir para Cristo y su Reino.

1. Debemos estar dispuestos a sacrificar todo por amor a su Nombre y Su gloria, Filipenses 3.7-8.

2. Hemos sido llamados a tomar nuestra cruz y seguir a Cristo diariamente.