Conversion y Llamado, Guia del Mentor, MG01
C O N V E R S I Ó N Y L L A M A D O
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que viene por medio de la fe en Él. La metáfora del nacimiento nos habla de una genética nueva, una fuente de material parental y potencial vital completamente nuevos. Nacer de nuevo es considerar posibilidades de vida, directivas de crecimiento y oportunidades de transformación enteramente nuevas. Para entrar al Reino de Dios uno tiene que nacer de nuevo, nacer del Espíritu; y de esta manera, compartir el mismo código genético (ADN) de Dios. Cuando Jesús declara por primera vez esta doctrina radical, Nicodemo no tenía idea que Jesús estaba hablando del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. Aturdido y confundido por la declaración, Nicodemo pregunta cómo una persona vieja podría volver meterse al vientre materno a fin de nacer nuevamente. No tenía ni la menor idea de la enseñanza fundamental que Jesús le estaba dando sobre la espiritualidad de todo ser humano. Para recibir la vida eterna y establecer una relación directa con Dios, uno debe nacer de nuevo pero espiritualmente, por la fe en Jesucristo. Cuando ponemos toda la confianza en Él, Dios usa su Palabra como semilla espiritual, la cual crea una nueva naturaleza en el creyente, una naturaleza que viene directamente de Dios a través del Espíritu Santo. Es entonces cuando heredamos el ADN de Dios. La Palabra de Dios produce conversión en la vida del nuevo creyente; hace mucho más que sólo reformar o ajustar una vida - la transforma por completo. Cuando Cristo entra por fe al corazón del convertido, él nace de nuevo, con el potencial para desplegar y desarrollar todas las características de Aquel que lo hizo nacer a una vida nueva. Es por eso que la consagración del cristiano no puede reducirse sólo a la obediencia externa de mandamientos, o a expresar conformidad a una tradición determinada. La intención de Dios es crear y desarrollar una vida nueva en el creyente; convertir su propia vida en el fundamento y la fuente para su fe y su servicio. Con nuestros padres compartimos algunos rasgos físicos, potenciales, y otras características. Así también, si hemos nacido del Padre, nos pareceremos a Él, reflejaremos Su imagen y compartiremos Su sorprendente vida y naturaleza. Juan 3.3-6 - Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. [4] Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? [5] Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. [6] Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Sólo la fe en la Palabra del evangelio de Jesucristo puede producir vida nueva en el creyente. Y usted, ¿despliega las características que comprueban que tiene “los ojos de su Padre”, aquellas que demuestran que usted nació y entró a la familia de Dios por la fe en Jesucristo? “¡Usted debe nacer de nuevo!” Observe las palabras de Jesús de nuevo:
Metáfora: Una figura, parábola, personificación, alegoría; expresión de una idea compleja con símbolos de otra idea sencilla que expresa figuras, principios, o una historia similar. Por ejemplo, el nacimiento natural con el nuevo nacimiento.
ADN: (Ácido Desoxirribo - Nucleico) el ácido nucleico que contiene nuestro código genético, el cual transmite la información genética que heredamos de nuestros padres.
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