Conversion y Llamado, Guia del Mentor, MG01

C O N V E R S I Ó N Y L L A M A D O

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La Palabra que Convierte

Segmento 2: Evidencias internas y señales externas

Rev. Dr. Don L. Davis

Resumen introductorio al segmento 2

En este segmento, esperamos mostrar cómo el evangelio de Jesucristo, la Palabra de Dios que convierte, produce evidencias que confirman el perdón de Dios y el poder del Espíritu Santo en la vida del creyente. La Palabra que convierte produce evidencias internas, las cuales sirven como señales para exhibir la transformación en Jesucristo. Éstas incluyen el conocimiento de Dios como Padre celestial, una nueva experiencia de oración, una apertura a la Palabra de Dios, y la disponibilidad para seguir la voz del Señor Jesús. De la misma manera, el que cree en el evangelio de Jesús exhibe señales exteriores, incluyendo la propia identificación con el pueblo de Dios, la manifestación de un carácter y estilo de vida Cristo-céntricos, amor hacia otros cristianos, y la demostración del deseo de ver a los perdidos ganados para Cristo. El objetivo de este segundo segmento, de La Palabra que Convierte, es ayudarle a entender, recitar, y discutir las siguientes verdades: • La Palabra que convierte es un poder que reproduce la vida misma de Dios en el corazón y la vida del cristiano; demostrado interna y externamente a través de evidencias de la obra del Espíritu Santo. • Esta Palabra convertidora y vivificante, produce señales internas que proveen confianza en la obra del Espíritu Santo. Estas evidencias incluyen el conocimiento de Dios como Padre; una nueva experiencia de oración; una apertura y deseo ferviente por la Palabra de Dios como alimento; y la disponibilidad para seguir la voz interna de Jesús como Pastor. • La Palabra de Dios también produce las correspondientes evidencias externas que demuestra un auténtico cristiano, lo que incluye la asociación e identificación pública con el pueblo de Dios; la demostración de nuevos anhelos, valores y estilos de vida diferentes, por medio de un nuevo carácter Cristo-céntrico; amor hacia otros cristianos, y un deseo creciente de ganar a los perdidos para Jesucristo.

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