Currículo Pilar Fundamental, Edición Oficial de Certificación - Guía del mentor (Spanish Cornerstone Mentor's Guide)
NOTAS DEL MENTOR / 99
La naturaleza de los demonios en las Escrituras Para poder entender el conflicto progresivo de Jesús con los poderes del mal en esta época, debe presentarle a los estudiantes brevemente y cuidadosamente el tema de los demonios. Decimos breve y cuidadosamente porque en el Nuevo Testamento no somos exhortados a convertirnos en expertos de los caminos de “la oscuridad”. Mas bien, se nos dice que no nos hagamos ignorantes de sus estratagemas (ej., 2 Co. 2:11 – “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”), y estemos alertas a sus maquinaciones en todo tiempo ya que su deseo es devorar a cualquiera que pueda (ver 1 Pe. 5:8-9 – “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; [9] al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”). Aunque el Antiguo Testamento no busca especular mucho sobre el tema de la espiritualidad oscura, es claro que algunos eslabones están conectados con la obra del enemigo y las prácticas de la idolatría, la magia, y las fuerzas de la brujería (Dt. 32:17; Sal. 96:5). Estas prácticas estaban en contra de la ley y la voluntad de Dios, estando estrictamente prohibidas para la comunidad de Dios, (Dt. 18:10-14; 1 Sam. 15:23). Como sugiere un erudito, la actividad demoníaca en el Antiguo Testamento debe entenderse en gran forma como una “fuerza que se opone a Dios y a sus propios seres intermediarios personales, los malakim (ángeles)”. En el Nuevo Testamento, los términos asociados con estos espíritus son daimon y daimonion, la presencia real de estos seres es denominada como “inmunda” ( akatharton , Mc. 1:24-27; 5:2-3; 7:26; 9:25; Hch. 5:16; 8:7; Ap. 16:13) y espíritus “malos” ( ponera , Hch. 19:12-16). La mayoría de los textos en referencia a la actividad de estos espíritus los conectan a la posesión de individuos. Mientras que el Nuevo Testamento no busca dar una respuesta sistemática en cuanto a cuál fue el origen de estos seres, no hay duda que existen en la mente de los escritores del Nuevo Testamento, y que operan en contra de los asuntos de Cristo y de su obra. Existe una fuerte conexión entre la actividad asociada con estos seres y la idolatría (comp. El entendimiento de Pablo del eslabón con los
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