Currículo Pilar Fundamental, Edición Oficial de Certificación - Libro de notas del estudiante (Spanish Cornerstone Student Workbook)

364 / CURRÍCULO PILAR FUNDAMENTAL LIBRO DE NOTAS DEL ESTUDIANTE

desea que demos mucho fruto para gloria y alabanza de Dios (Juan 15:8-16). ¡Que el Señor bendiga su estudio de su Palabra para que pueda unirse a los obreros de la cosecha en la recolección del fruto de la propia salvación del Señor, para la gloria del Padre! Como discípulos de Jesús del siglo XXI en las ciudades de norte américa, deseamos ser fructíferos en la obra de Dios: ministrar a los perdidos y hacer avanzar el Reino de Cristo (Juan 15:8,16). En nuestra tercera lección, Enfoque en la reproducción: Iglecrecimiento: reproducción en número y calidad , examinamos el llamado de Jesús a hacer discípulos de todas las naciones, a evangelizar, así como a afirmar que el discipulado radical está probado en la comunidad cristiana. Jesús nos ha llamado a evangelizar a los perdidos, equipar a los nuevos discípulos para vivir la vida cristiana y capacitar a su Iglesia para que se reproduzca, todo para la gloria de Dios. ¡Que su Espíritu le conceda el poder y el deseo de hacer discípulos donde vive y así multiplicar su Iglesia, para gloria de su gran nombre! Como discípulos del Señor Jesucristo, somos responsables de mostrar en nuestras palabras y hechos la vida del reino venidero en medio de nuestras iglesias y a través de nuestro estilo de vida y ministerios de compasión hacia los demás. Como líderes de la iglesia en la ciudad, es fundamental que comprendamos la riqueza de los conocimientos bíblicos sobre este tema, así como explorar las posibles formas en que nosotros, como creyentes y ministros cristianos, podemos demostrar el amor y la justicia del Reino donde vivimos. Nuestra cuarta y última lección, Haciendo justicia y amando misericordia: Dejemos que la justicia fluya - La visión y la teología del Reino , se enfoca en la imago Dei (es decir, la imagen de Dios) en las Escrituras. Veremos la singularidad de la humanidad y exploraremos sus implicaciones para ver a todos los individuos, familias, pueblos y naciones como preciosos e insustituibles. En un mundo desgarrado por la violencia, la crueldad y la injusticia, necesitamos desesperadamente representantes del Reino que puedan demostrar tanto la justicia como la misericordia de nuestro Señor Jesucristo. Solo la Iglesia puede revelar la justicia, la unidad y la gracia del Reino de Dios en medio de un mundo desgarrado por la malicia, la venganza y la desunión. Solo en Cristo podemos buscar una paz auténtica y duradera. Hasta que nuestro Señor regrese, estamos llamados a mostrar su justicia en la tierra. Que Dios le bendiga ricamente en todos los sentidos mientras refresca su memoria de nuestro llamado a demostrar justicia y amar misericordia, en la Iglesia y en el mundo, para la gloria de Dios.