Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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mismo Espíritu. Cada uno de ellos tiene un propósito específico en el cuerpo de Cristo. Probablemente, algunos contaban con especial significado en los primeros años de la iglesia cristiana. Otros pueden encontrarse actualmente en una iglesia, pero no estar en otra, de acuerdo con la voluntad soberana de Dios. Nadie poseerá todos los dones y no necesariamente, todos los dones que le son dados a un individuo tendrán que hacerse evidente a la misma vez. Estos puntos, que parecen muy elementales, deben ser continuamente reafirmados debido a nuestra tendencia humana a estar comparándonos unos con otros. Es posible que los que tengan el don de la fe tengan poca paciencia con los que tienen el don de ser cuidadosos administradores. Los maestros pueden crear frustración en los asistentes y los profetas pueden incomodar a los siervos. Debido a que por naturaleza somos personas centradas en nosotros mismos, fácilmente nos colocamos como nivel de medida frente a otros creyentes. La comparación de los dones es algo tonto porque subvalora las contribuciones hechas por otros y niega la soberanía de Dios. El Espíritu Santo distribuye como le parece los dones espirituales en el cuerpo de Cristo. Podemos sacar varias conclusiones al respecto. Primero, ningún don es superior a otro porque todos los dones proceden del mismo Espíritu. Segundo, en la medida en que los dones difieren en función y en forma, su propósito es siempre el mismo, edificar el cuerpo de Cristo. Tercero, la “mezcla de dones” es el diseño perfecto de Dios para usted, teniendo en cuenta su formación, sus habilidades naturales, y su lugar de máxima contribución a la iglesia. Cada creyente posee un don espiritual, y sin duda muchos creyentes poseen varios dones en diversas proporciones. Cuarto, la envidia no tiene lugar en el cuerpo de Cristo porque los dones provienen solo del Señor. Finalmente, la unidad es fundamental porque todos los dones proceden del mismo Espíritu. En última instancia, los dones espirituales son dados para que sean utilizados, no para que se abuse de ellos ni se les rechace. Si desea encontrar el lugar donde usted “encaja” en el reino de Dios, el descubrir sus dones espirituales debe ser una prioridad. Demasiados creyentes tienen luchas porque sirven en áreas y en ministerios para los cuales no están dotados. Aquí hay tres señales de que usted ha descubierto su “mezcla de dones”. A medida que utilice los dones, experimentará gran satisfacción personal, una medida de éxito espiritual, y recibirá el reconocimiento de otros creyentes, lo que le demostrará que lo que está haciendo es de verdad lo que Dios le ha llamado a hacer.

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¿Se ha tomado el tiempo para descubrir sus dones espirituales?

Espíritu de Dios, muéstrame cómo puedo usar mis dones, que son únicos, para servir a otros por la causa de Jesús. Amén.

~ Pritchard, Ray. Los Nombres del Espíritu Santo , Grand Rapids: Editorial Portavoz, 2000. páginas 145-147.