Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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b. Personal: el Espíritu está en guerra con la naturaleza pecadora que vive dentro de cada persona, Gál. 5.17, 25.

En Gálatas 5.25, Pablo aconseja para triunfar en la batalla contra el pecado. Él dice: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu” El término traducido como “mantenerse al paso”, (o “caminando” en algunas versiones), es actualmente un término militar [ stoicheo ] el cual describe a los soldados

c. La obra de santificación se describe en un lenguaje bélico.

(1) Vestíos de “toda la armadura de Dios”, “y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica”, Ef. 6.

(2) Col. 3.5; Ef. 4.13, 22-24

d. Vivimos “entre los tiempos”: santificación es “ahora” y “todavía no”.

(1) Hecho: somos santificados y no hay necesidad de pecar, 1 Juan 2.1a.

(2) Hecho: los cristianos pecan y necesitan del perdón, 1 Juan 2.1b.

manteniéndose al paso de un oficial al marchar hacia la batalla.

(3) Hecho: ya somos santificados, Heb. 10.14a.

(4) Hecho: aún estamos siendo santificados, Heb. 10.14b.

(5) Fil. 3.12-16

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2. El fruto de la presencia del Espíritu Santo en el creyente es una vida santa.

a. El Espíritu no sólo obra para resistir en forma activa al pecado sino también para producir en forma activa el que seamos como Cristo.

b. El fruto del Espíritu como una medida clave de similitud a Cristo.

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(1) Gál. 5.22-24

(2) La palabra traducida aquí como “fruto” es singular en el griego. No hay diferentes frutos del Espíritu Santo para que podamos escoger entre ellos. Dondequiera que el Espíritu Santo esté haciendo su obra santificadora, resultará en todas estas cosas.