Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14
D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O
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3. Nunca pierda la esperanza en el poder y deseo del Espíritu de hacerle santo.
a. La misericordia de Cristo hacia los pecadores (Mt. 18.21-22; 1 Juan 2.1) siempre debe ser tenida en cuenta. El Espíritu Santo llega a nosotros como el Espíritu de Jesús (Juan 14.16-18; Fil. 1.19) quien es “amigo de los pecadores”.
b. El Espíritu está disponible en llenarnos una y otra vez con el propósito de que comencemos con nuevo poder nuestra lucha contra el pecado.
(1) Ef. 5.18 - “Sed llenos del Espíritu”
(2) Estos verbos “sed llenos” están en el tiempo presente, tiempo imperativo ( es decir, es una orden ). El tiempo presente en griego se usa para describir una acción contínua o que se repite una y otra vez.
No sea que alguien se adule a sí mismo diciendo que es inocente (lo cual haría que fuera más condenado) – la instrucción nos lleva a aprender que pecamos a diario, y se nos exhorta a orar a diario por nuestros pecados. ~ Cipriano citó en un Diccionario de Antiguas Creencias Cristianas. David W. Bercot, ed. Peabody, MA: Hendrickson, 1998. p. 618.
4. El cristiano maduro no debe confiar en las victorias pasadas, sino que debe estar constantemente en guardia contra el pecado.
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a. No hay circunstancia en la cual un cristiano pueda decir legítimamente que está por fuera de toda posibilidad de pecar. En el Concilio de Cartago (418 D.C.), la Iglesia rechazó la opinión que los cristianos no pecan. Estos primeros padres de la Iglesia enfatizaron que las frases encontradas en el Padre Nuestro “perdona nuestras ofensas” y “no nos metas en tentación” se aplican a todos los cristianos. Ellos concluyeron que si ésta es una oración para todos los discípulos, entonces ningún cristiano puede afirmar ser tan santo que se ha vuelto inmune a la tentación y al pecado.
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