Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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Pedro dijo, “Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros”. Hechos 15.8 (2) Aquellos que han servido en buena forma ganan un grado honroso y mucha confianza en la fe en Cristo Jesús, 1 Ti. 3.13

c. Dudar del hecho que somos salvos no significa que no poseemos el testimonio del Espíritu.

(1) 1 Juan 3.19-20

(2) Una conciencia sensible y un conocimiento profundo del pecado, la culpa, y la insuficiencia es una señal de la obra del Espíritu. La persona que tiene una “conciencia cauterizada” (1 Ti. 4.1-2), o se “jacta de su habilidad” (Lucas 18.11; Juan 9.41), es quien debe preocuparse de su relación con Dios. El impulso pastoral es el de siempre “dar comodidad al afligido” y “afligir al cómodo”.

3. El acto de sellar nos recuerda que nuestra salvación es tanto futura como presente.

4

a. Pone su Espíritu en nuestros corazones como depósito, garantizándonos lo que vendrá, 2 Co. 1.21-22

b. Con el cual fuisteis sellados para el día de la redención, Ef. 4.30

c. A los que se salvan, 1 Co. 1.18 (compárese con 2 Co. 2.15).

d. Hasta el “día del Señor”, cuando Jesús regrese a juzgar al mundo; conquistar el pecado, la muerte, y el infierno; y nos dé cuerpos nuevos, haciendo cielos nuevos y tierra nueva, debemos vivir por fe y esperanza en vez de por vista y hechos pasados. El Espíritu Santo nos permite disfrutar del poder de la “era venidera” (Heb. 6.5) y su obra en nuestra vida es como el primer fruto que nos garantiza la cosecha que ha de venir.