Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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Los intérpretes cristianos a menudo se referían a esto como los dones séptuplos del Espíritu. Este entendimiento del Antiguo Testamento, de la manera en que obra el Espíritu para llevar a cabo la voluntad de Dios, nos ayuda a interpretar pasajes misteriosos del libro de Apocalipsis. Ap. 1.4 (RV) - Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; (También Ap. 3.1, 4.5, 5.6). En la traducción “New Living (Vida Nueva)”, la cual está originalmente en inglés, este versículo dice, “ proveniente de los siete espíritus que están delante de su trono ”. Proveniente de los siete espíritus significa del Espíritu Santo en su plenitud séptupla. Algunos han visto aquí una referencia a los seres angelicales; pero ya que la frase precedente se refiere a Dios el Padre y la frase siguiente a Dios el Hijo, de seguro Juan incluyó una referencia a Dios el Espíritu Santo, para incluir a todas las personas de carácter divino. En otros sitios, el Nuevo Testamento habla del Espíritu Santo en su pluralidad de funciones (compárese con Heb. 2.4; 1 Co. 12.11; 14.32; Ap. 22.6).

~ George Eldon Ladd. A Commentary on the Revelation of John . pp. 24-25.

Ya que el siete es un número que simboliza algo completo en el texto bíblico, es también un modo de enfatizar que el Espíritu encarna la plenitud del poder de Dios y Su presencia. (Vea también Ray Pritchard, “Siete espíritus de Dios”, Los Nombres del Espíritu Santo , Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2000, pp. 202-203).

El contexto del Nuevo Testamento: El don de salvación del Mesías

La perspectiva reformada de la obra del Espíritu que nos conecta a Cristo es muy clara en los escritos de Pablo. Hay una progresión en la obra del Espíritu. El Espíritu viene sobre el Mesías con el propósito de dotarlo para su reino soberano. Todos aquellos que reciben la salvación son puestos “en Cristo”, y hechos “sacerdotes del reino”. Y esta salvación es posible sólo a través de un “don”. Es el primer “don” del Espíritu.