Dios el Espiritu Santo, Guia del Mentor, MG14

D I O S E L E S P Í R I T U S A N T O

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b. “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz” Ro. 8.6.

c. Somos llamados a una renovación de la mente, Ro. 12.2 (compárese con Ef. 4.17-18).

d. La señal más visible de nuestra confesión de pecado es una mente cambiada. Reconocemos y estamos dispuestos a llamar pecado a las cosas que previamente justificábamos o pasábamos por alto. (Pr. 28.12-13; 1 Jn. 1.8-9).

2. El arrepentimiento implica un cambio de CORAZÓN.

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a. La palabra bíblica para este cambio de corazón es contrición.

(1) Contrición es un lamento humilde por el pecado.

(2) La palabra hebrea “contrito” [ dâkâ ] literalmente significa “ser roto en piezas” o “aplastado”. (3) Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito [ dâkâ ] y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Sal. 51.17.

b. Verdadera condición:

(1) “Tiembla” ante la Palabra del Señor, Is. 66.2.

(2) Expresa señales físicas y verbales de humildad, Lucas 18.13.

(3) Es llamada “tristeza que es según Dios”, 2 Co. 7.10.

(4) Expresa verdadero lamento por el pecado, Zac. 12.10-13.1, y calamidad, Joel 2.12-13. (5) Ya mencionamos la palabra hebrea para arrepentimiento, shubh , la cual significa “dar la vuelta”. Hay una segunda palabra hebrea para arrepentimiento nâcham que también es usada en el Antiguo Testamento. Literalmente significa “lamentarse profundamente”.