Dios el Padre, Libro de Notas Del Estudiante, SW06

1 1 2 /

D I O S E L P A D R E

formas que a algunos miembros les parece más libertinaje que libertad en Cristo. Han empezado a vestirse “mundanamente”, traen música secular al salón del compañerismo, y quieren hacer “bailes” en la iglesia. Algunos piensan que es maravilloso, mientras otros culpan al pastor de jóvenes por poner estas ideas mundanas sobre la libertad en las mentes de los chicos. ¿Cómo trataría este tema para ayudar a los estudiantes a entender lo que realmente significa la libertad en Cristo en respuesta a la bondad de Dios?

“Asustar a las personas no funciona”

Un miembro anciano, el cual por años ha sido parte de la comunidad, le comentó un día al pastor, “Lo he estado escuchando por cuatro años, y no creo haberlo escuchado enseñar sobre la ira de Dios. Es decir, nunca lo ha enseñado en un estudio bíblico, ni en un sermón, o un taller, o un seminario, ni en ninguna parte. Sé que debe tener una buena razón para esto, pero ¿por qué nunca lo menciona? ¡La Biblia de seguro lo hace!” El pastor asintió con la cabeza y contestó “Usted está en lo correcto, no he predicado sobre esto desde que estoy aquí. Sencillamente no creo que enseñar sobre la ira de Dios le ayuda a la gente a entender verdaderamente cuál es la intención de Dios para nuestros días. Cristo vino a salvar, no a condenar, y la gente necesita saber que Dios se preocupa por ellos, y no que quiere asustarlos para que vengan a Jesús. Honestamente, a través de mi ministerio durante todos estos años, si he aprendido algo es que asustar a la gente no funciona. La gente no necesita ser asustada para venir a la fe; sino que necesita ser amada”. ¿Está de acuerdo con la perspectiva de este pastor sobre cómo debemos comunicarle a la gente el amor y la ira de Dios? ¿En qué tiene razón y en qué se equivoca? Un trabajador, al comentar la razón por la que no podía ser cristiano, le dice a la hora del almuerzo, “Me agrada Jesús y todo lo que se dice de Su amor y todo lo demás, pero lo que me doy cuenta es que la mayoría de los cristianos es gente muy desagradable. Se oponen a muchas cosas, odian a todo tipo de grupos, y sólo parecen estar en desacuerdo con muchas cosas. Al ver la manera en la que trataron a algunos de los evangelistas televisivos que cayeron en pecado, veo que les disparan a sus heridos también. Por más que se hable de la gracia y la bondad de Dios, no parecen mostrarle gracia a otros, y no tienden a encontrar lo bueno en las demás cosas. Sencillamente no podría hacerme cristiano. ¡Son demasiado malos!” ¿Cómo le respondería a alguien que tiene esta percepción sobre cómo los cristianos ejercitan la gracia? “Demasiado malos”

4