El Antiguo Testamento Testifica de Cristo y Su Reino, Guia del Mentor, MG09

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E L A N T I G U O T E S T A M E N T O T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O

En las preguntas a continuación podrá ver que se deberán dominar los datos y los hechos asociados con lo visto en el primer segmento del video. Asegúrese que los estudiantes respondan a la luz de los objetivos dados en la sección del primer segmento del video. Asegúrese de controlar bien el tiempo, contestando las preguntas formuladas a continuación y aquellas que sus estudiantes le planteen, además debe observar cualquier tangente que pueda conducirle a recitar los hechos y puntos más importantes.

Los materiales colocados al margen y en otras partes de este segmento deberían ser examinados rápidamente durante la revisión de la lección. Pueden servir para que sus estudiantes adquieran una mayor comprensión del tabernáculo y sus emblemas, para entender que el AT testifica de Cristo.

5 Página 74 Cita de Poythress

Es obvio que al considerar detenidamente este método de estudio bíblico, necesitamos la ayuda y el poder del Espíritu. Nadie puede por el mero uso de la razón y las reglas encontrar los tipos de Cristo en el AT al igual que lo hicieron los autores bíblicos. Por nosotros mismos no podemos ser ministros de un pacto tan completo, rico y misterioso, el cual fue conseguido a través de la sangre de Cristo: 2 Co. 3.4-6 - Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; [5] no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, [6] el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. E. M. Bounds, expresa claramente la solución a nuestra impotencia en una oración persistente y ferviente, la cual implora por sabiduría y conocimiento: Pablo dice: “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica”. El verdadero ministerio es aquel que es tocado por Dios, permitido por Dios, y conseguido por Dios. El Espíritu de Dios está en el predicador, el fruto del Espíritu está en su corazón, el Espíritu de Dios da vida al hombre y a la Palabra; su predicación da vida, como la primavera; como

6 Página 100 Consejería y oración