El Antiguo Testamento Testifica de Cristo y Su Reino, Libro de Notas Del Estudiante, SW09

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E L A N T I G U O T E S T A M E N T O T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O

Kaiser, Walter C., Jr. Preaching and Teaching from the Old Testament . Grand Rapids: Baker Academic Books, 2003. Wilson, Walter L. A Dictionary of Bible Types . Peabody, MS: Hendrickson Publishers, 1999. Es tiempo de tratar de poner en práctica la teología estudiada, pero antes ore y piense durante la próxima semana cómo lo hará. Esto puede ser en cualquier aspecto de su caminar con Dios. Concéntrase en qué conocimiento clave o principio cubierto en esta lección pueden ayudarle específicamente en la aplicación de algún ministerio. ¿Qué le sugiere el Espíritu Santo en cuanto a su manejo e interpretación del Antiguo Testamento en lo relacionado con su vida y ministerio? ¿Qué situación particular viene a su mente cuando piensa cómo Dios quiere equiparle aun más, para representarlo a través de este material y su interacción con el mismo? Busque el rostro del Señor y pida su dirección en la aplicación de estas verdades. El predicador que ora pone a Dios en la obra. Dios no viene a la obra del predicador por norma o principio general, sino por oración y una urgencia especial. Es verdad que tanto el predicador como el penitente que busque a Dios de todo corazón lo ha de encontrar. El ministerio de la oración es el único ministerio que lleva al predicador a tener compasión por la gente. La oración se une en esencia tanto a lo humano como a lo divino. El ministerio de oración es el único ministerio calificado para los altos cargos y responsabilidades del predicador. Ni los colegios, ni el aprendizaje, ni los libros, ni la teología, ni la predicación pueden formar un predicador, sólo es posible por la oración. La comisión de los apóstoles para predicar estaba carente hasta que fue llenada el día de Pentecostés por la oración. Un ministro de oración ha ido más allá de las regiones de lo popular, más allá del hombre, de los meros asuntos, de secularidades, del atractivo del púlpito; ha dejado de ser el organizador eclesiástico o general para estar en una región más sublime y poderosa, la región de lo espiritual. La santidad es el producto de su obra; los corazones transfigurados y las vidas engalanan con colores brillantes la realidad de su trabajo, su naturaleza verdadera y sustancial. Dios está con él. Su ministerio no está proyectado en base a principios mundanos o superficiales. Él está profundamente provisto por Dios y ha aprendido con seriedad todas Sus cosas. Sus conversaciones largas y profundas con Dios sobre su E. M. Bounds comenta sobre la necesidad de la oración ferviente para el hombre o la mujer de Dios en el ministerio:

Conexiones ministeriales

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Consejería y oración