El Antiguo Testamento Testifica de Cristo y Su Reino, Libro de Notas Del Estudiante, SW09

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E L A N T I G U O T E S T A M E N T O T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O

b. Is. 55.5

5. Todos los confines de la tierra se acordarán y volverán al Señor, Sal. 22.27.

6. Todas las naciones correrán en los últimos días a la casa del Señor, Is. 2.2-3.

7. En ese día [el día de la vindicación y gloria de Dios] el Mesías sería una señal para los pueblos del mundo, Is. 11.10.

Jesús es la bisagra entre la salvación de Israel y la esperanza de las naciones La misión gentil de la iglesia primitiva es otra pista importante para comprender los objetivos de Jesús. Los eruditos que han investigado la pregunta con la que comenzamos en este capítulo, “¿cuales eran los objetivos e intenciones de Jesús?” indican que al menos podemos respondernos con los hechos que han precedido o seguido su ministerio. Juan el Bautista vino primero. Y todas las tradiciones del Nuevo Testamento acentúan que Jesús comenzó su ministerio a través de Juan. Hemos visto cómo esto indica que Jesús compartió la visión de Juan, y que por ende, la restauración esperada de Israel se estaba llevando a cabo. Luego de su muerte, encontramos que el pequeño grupo que Jesús había preparado se convirtió en un movimiento dinámico, comprometido en anunciar las Buenas Nuevas a las naciones gentiles, afrontando todos los problemas que esto les causaría – prácticos, geográficos, culturales y teológicos. Jesús fue impulsado por un movimiento de avivamiento a favor de la restauración de Israel. Él impulsó un movimiento para la bendición de las naciones. Jesús, por lo tanto, fue la bisagra, el eslabón vital entre los dos grandes movimientos. Él fue el punto culminante y el cumplimiento de la esperanza que Israel tenía hace tanto tiempo, además del principio de la esperanza de las naciones.

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~ Christopher J. H. Wright. Knowing Jesus Through the Old Testament . Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1992. p. 166.