El Antiguo Testamento Testifica de Cristo y Su Reino, Libro de Notas Del Estudiante, SW09

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E L A N T I G U O T E S T A M E N T O T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O

La guerra no es una imagen políticamente correcta

Muchos concuerdan en que las imágenes de guerra en el AT nos proveen de un conocimiento profundo sobre el testimonio del Mesías como guerrero de Dios, la simiente divina que aplastaría la cabeza de la serpiente e introduciría el Reino de Dios en poder y gloria al final de los tiempos. En un mundo dañado por la violencia, la lucha civil, la guerra, el genocidio y la crueldad, muchos cristianos encuentran que cualquier apelación a la guerra es algo inútil y confuso. En la era actual, de lucha internacional y conflicto armado, estos creyentes creen que las imágenes de guerra y violencia sólo obscurecen el corazón del mensaje cristiano — el amor infalible de Dios en Cristo. Aquellos que creen que las imágenes de guerra espiritual son parte importante y necesaria para entender el rol del Mesías en el AT argumentan lo opuesto. Ellos afirman que la Biblia está llena de metáforas militares aplicadas al pueblo de Dios, y la realidad del mal y del engaño satánico hace que sea inevitable ignorarlas. Considerando el hecho que la mayor parte de la historia del AT es entendida a través de la guerra, donde vemos a Jehová batallando por su pueblo contra sus enemigos, y las profecías anuncian al Mesías como el guerrero de Dios que viene, ¿cómo debemos interpretar las imágenes de guerra del AT cuando se tratan de tipos de Cristo? Las imágenes del sacerdocio y su ministerio son dominantes, estando presentes por todos lados en el AT. El hecho que el Mesías sería sacerdote según el orden de Melquisedec es un argumento central para el entendimiento del AT encontrado en el libro de Hebreos, el cual es parte del NT. Es más, el pueblo de Dios es percibido en el NT como un sacerdocio real, es dado a cada miembro un rol único y benévolo para interceder y abogar por otros ante el Señor como siervos y protectores (compárelo con 1 Pe. 2.9-10). Mientras muchos ven el lenguage del sacerdocio como algo únicamente ilustrativo, otros creen que las imágenes del AT aplicadas a Cristo y a los creyentes en la actualidad, son invitaciones a tener un nuevo tipo de persona e identidad. En otras palabras, en lugar de ser un pequeño grupo de clérigos vistos a sí mismo como sacerdotes, esta perspectiva asume que todos los creyentes han sido hechos sacerdotes del Dios Altísimo, como miembros de su puebo. Para ellos, no es un mero lenguaje figurado, sino la expresión de nuestra verdadera identidad en Cristo. Si Jesús es literalmente nuestro Sumo Sacerdote ante Dios nuestro Padre, entonces somos miembros de un sacerdocio real por lo cual tenemos la responsabilidad de actuar, ministrar y orar como corresponde. ¿Hasta qué punto los tipos de Cristo (y las implicaciones para su pueblo como en este ejemplo del sacerdocio) deben ser tomados en forma literal, siendo la base de nuestra verdadera identidad y caminar en Cristo? ¿Son ellos meros ejemplos prácticos, o se trata de expresiones verdaderas de la realidad espiritual? Viviendo como sacerdotes . . . ¡literalmente!

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