El Manual de Entrenamiento Basico del Decano de Evangel

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Dios y dotados por el Espíritu Santo para ser embajadores de Cristo en el mundo, comenzando en sus propios vecindarios y dondequiera que el Espíritu los guíe (2 Cor. 5:20). La congregación local es el lugar que Dios ha ordenado para que los creyentes estén equipados para hacer el trabajo del ministerio, a fin de que el cuerpo de Cristo pueda crecer espiritual y numéricamente (Ef. 4:12-16). La vocación más importante de su Instituto es equipar el liderazgo de la iglesia urbana. Independientemente de los líderes urbanos a quienes capacite, ya sean pastores, obreros cristianos, misioneros, ministros de jóvenes, maestros de escuela dominical o cualquier otra persona, está mejorando el avance del reino de Dios en su localidad. Su Instituto debe esforzarse por hacer que los cristianos sean efectivos en sus iglesias locales para que cada iglesia que representan pueda ser fortalecida en Cristo, fructificando en hacer buenas obras y evangelizando a los perdidos como Dios le guíe. 3. La congregación local puede ser movilizada estratégicamente para promover una comprensión bíblica de la libertad, la integridad y la justicia en la ciudad, así como para atacar a las comunidades urbanas no alcanzadas para la evangelización y la plantación de iglesias. Al equipar a los líderes para un ministerio espiritualmente vital en la iglesia urbana, el Espíritu Santo brindará oportunidades para que sus alumnos atiendan las necesidades apremiantes en su comunidad o más allá. Las Escrituras son inspiradas por Dios, suficientes para enseñar, corregir, reprender e instruir a sus alumnos con justicia a fin de que estén completamente equipados para cada buena obra que él les pide que hagan (2 Timoteo 3:16-17). Al entrenar a sus alumnos para ministrar, y enseñar y modelar las Escrituras en su Instituto, Dios dará abundantes frutos espirituales a través de sus alumnos, guiándolos a discipular a creyentes en crecimiento, participando en buenas obras y llegando a tocar a los perdidos en su comunidad. Capacitar a los líderes para que sean eficaces en el contexto de sus propias congregaciones locales multiplicará el ministerio en toda su comunidad, ciudad y en todo el mundo.