El Ministerio Facultativo, Guia del Mentor, MG15

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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O

niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error [15] sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, [16] de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”. Efesios es una de las más grandiosas cartas de la Biblia. La misma, escrita por Pablo, nos enseña acerca de la Iglesia de Dios, utilizando diversas metáforas e imágenes que la describen como el cuerpo de Cristo (1.23), el templo de Dios (2.19-22), un trofeo de la multiforme gracia de Dios (3.1-11) y como el ejército de Dios (6.10-18). En el capítulo 4 de este libro, Pablo menciona a la Iglesia en términos de reciprocidad e interdependencia entre los miembros como co-obreros y colaboradores. A través de la revelación del Espíritu, el apóstol instruye a los efesios acerca de la naturaleza del “laos” (el pueblo de Dios), y cómo la Iglesia, como un todo, debe vivir y relacionarse, formando una verdadera comunidad. Pablo comienza afirmando que Dios ha provisto a la Iglesia hombres y mujeres con dones y talentos, con el propósito de que las iglesias se mantengan saludables y en crecimiento. Además, el Señor ha provisto a la misma de apóstoles (mensajeros especiales y representantes de Cristo), profetas (aquellos dotados para revelar y proclamar la verdad de Dios a los miembros de la iglesia), evangelistas (hombres y mujeres dotados para proclamar las Buenas Nuevas a los perdidos), pastores y maestros (aquellos dotados para cuidar e instruir al pueblo de Dios hacia la madurez y la santidad). Estos hombres y mujeres con dones y talentos, son brindados a la Iglesia con el propósito de “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (v. 12). ¿Cuáles son las características de este perfeccionamiento y edificación? Exceptuando aquellas iglesias contemporáneas donde las congregaciones “contratan” clérigos profesionales para el cuidado del cuerpo, Pablo visualiza una Iglesia donde los líderes equipan a los miembros de la congregación, con el propósito de que lleven adelante la tarea que Dios les ha encomendado. ¿En qué consiste este equipamiento? Está relacionado con la ayuda dada a los miembros para identificar sus dones, con el propósito de que sirvan y beneficien al cuerpo de Cristo en su totalidad. Debemos entender que el mismo no puede definirse como un llamado a un sólo ministro, el cual recibe la ayuda de la congregación para cuidar el rebaño. Contrariamente, los ministros capacitan a aquellos que son capaces de equipar a los miembros para cumplir la obra que Dios les ha encomendado. El claro resultado de este equipamiento puede entenderse con más claridad en el texto que está debajo. Cuando los miembros identifican sus dones y se les da la libertad de usarlos de

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