El Ministerio Facultativo, Libro De Notas Del Estudiante, SW15
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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O
misterios de Dios), enseñables (dispuestos a ser enseñados diariamente por el Señor y ser guiados por los líderes de la Iglesia), tener hambre y sed del Señor y de su sabiduría (buscando la sabiduría de Dios como un tesoro). Las características adicionales de un maestro efectivo incluyen obedecer rigurosa y disciplinadamente la Palabra de Dios (haciendo lo que demanda a otros que hagan) y mantenerse enfocado en la persona de Jesucristo y su Reino (el Rey y su autoridad), además de apasionarse por el arte de enseñar (mejorando en su habilidad de enseñar la Palabra de Dios). Al igual que en el ministerio de la predicación, el Espíritu Santo supervisa e influye todo el proceso de enseñanza. Él es quien da el don de enseñanza a aquellos miembros seleccionados en el cuerpo de Cristo, guiando a la verdad tanto al maestro como a los alumnos, proveyendo el entendimiento profundo de la Palabra de Dios, ungiendo al maestro en el ministerio, intercediendo por nosotros, dando luz a las distintas inquietudes acerca de la verdad y otorgando poder para obedecer la Palabra de Dios. Los resultados de la obra del Espíritu Santo en el ministerio de enseñanza son poderosos, incluyendo la capacidad que nos da para obedecer todo lo que Jesús nos ha mandado a hacer, para estar resguardados de las mentiras y engaños de los falsos maestros a medida que maduramos en nuestra fe como discípulos de Jesús, y para alcanzar una solidez espiritual que nos habilita a enseñar a otros cómo enseñar a los demás. Así como en la prédica, la enseñanza bíblica efectiva implica tres pasos según el modelo “Contacto, Contenido y Conexión”. Debemos establecer contacto con nuestra audiencia usando la información sobre su cultura y situación de vida, comunicamos el contenido de la Palabra de Dios en nuestras lecciones con claridad y valentía, y hacemos conexiones en áreas específicas para que la Palabra se aplique en forma disciplinada en sus vidas. Establecemos contacto con nuestros alumnos para enseñar lecciones que se enfocan en sus culturas y situaciones de vida: sus lenguas, la manera en las cuales pueden comprender, procesar y comunicar las ideas y verdades escuchadas. La segunda fase de una enseñanza efectiva es aplicar la Palabra de Dios con claridad y valentía, incluyendo las variadas maneras de pintar una imagen e involucrando a nuestros alumnos de tal forma que el significado del texto tome vida en ellos.
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