El Ministerio Facultativo, Libro De Notas Del Estudiante, SW15

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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O

alguien que Dios no ha escogido, representar a Dios y sus intereses? ¿Es posible ofrecerse voluntariamente para este servicio? ¿Por qué sí o por qué no? 3. ¿Qué indicaciones le daría a una persona que ha sido llamada genuinamente por Dios para predicar Su Palabra? ¿Cómo nos ayuda el llamado de Dios a los profetas y apóstoles a comprender las implicaciones de ser un mensajero escogido por Él? ¿Podría argumentarse que nuestra experiencia es distinta a la de ellos, ya que esos ejemplos son únicos y no deberían usarse para comprender los conceptos actuales sobre el llamado de Dios a predicar Su Palabra? 4. ¿Qué papel tiene el Espíritu Santo en el llamado de Dios a predicar y de qué manera éste se confirma a través de nuestros líderes y otros cristianos maduros? ¿Cuál es la diferencia entre el llamado de Dios a predicar y la predicación como un trabajo? ¿Pueden convivir ambos al mismo tiempo? Explique. 5. ¿Por qué razón es más importante quién es el predicador que sus habilidades para presentar y entregar verbalmente el mensaje? ¿Cómo la falta de carácter afecta el ministerio del predicador? ¿Qué papel tiene la reputación del mismo? 6. ¿Cuál es la principal virtud de la predicación y por qué? ¿Cuál es la mayor debilidad que puede tener una predicación efectiva y por qué? ¿Es posible representar a Dios con fidelidad si no estamos dispuestos a superar nuestros miedos hacia los demás, a hablar lo que Dios nos ha dicho que digamos, y a no temer las consecuencias? Explique. 7. Describa el principal contenido de todo ministerio neotestamentario legítimo. ¿Por qué es importante para el ministerio de la predicación centrar su atención en la persona de Jesucristo y no concentrarse tanto en las numerosas religiones y posibles temas seculares, los cuales son materia de discusión en la actualidad? 8. ¿Cómo la predicación de Jesús trata con este contenido y cómo los apóstoles edificaron sobre el mismo? ¿Cuál era el corazón y el alma de sus proclamaciones, dada tanto a los judíos como a los gentiles? ¿Hasta cuándo y con qué intensidad debemos continuar extendiendo el ministerio de proclamación en la actualidad?

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