El Ministerio Facultativo, Libro De Notas Del Estudiante, SW15

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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O

concepto bíblico de la enseñanza. Analizaremos los principios del ministerio de la enseñanza registrados en el NT, primeramente en la persona de Jesús y luego en la de los apóstoles, delineando luego los beneficios que la Iglesia obtiene del ministerio de enseñanza. Consideraremos las características y las dificultades asociadas al ministerio de la enseñanza y suplicaremos por la pronta recuperación del ministerio de enseñanza en las iglesias urbanas, para así poder construir el Reino en nuestras comunidades. Al igual que con el ministerio de predicación, analizaremos el llamado, el carácter y el contenido del mismo, resaltando las cualidades más importantes, las cuales son necesarias para un ministerio fructífero. Si confiamos en la Palabra de Dios, debemos entonces reconocer nuestro llamado a enseñar de forma humilde y clara cada vez que presentamos a Cristo y Su Reino, dando madurez y fertilidad a la Iglesia. Si entendemos este llamado, es decir, el carácter y contenido del ministerio de enseñanza, dirigiremos de mejor manera a las demás personas hacia la verdad. Finalmente, en la lección 4, El Ministerio de la Enseñanza: Didache (Parte 2) , examinaremos cuidadosamente el poder y la dirección del Espíritu Santo en el ministerio de enseñanza en la Iglesia. El Espíritu selecciona algunos miembros del cuerpo de Jesucristo, ungiéndolos, dotándolos y llamándolos a enseñar. Aquel que es llamado para esta tarea, es responsable de usar su don de manera enérgica, siendo fiel y enseñable, a medida que el Espíritu Santo edifica al cuerpo a través de él. Cerraremos el módulo enfocándonos en los siguientes tres pasos: el bosquejo, la manera de comunicarlo y la aplicación de la enseñanza. Para enseñar de forma correcta a nuestros estudiantes, debemos establecer primeramente un contacto con ellos, luego comunicar el contenido de la Palabra de Dios con claridad y valentía. Finalmente, debemos conectar la enseñanza de la verdad de la Palabra de Dios con la vida de los estudiantes. Enseñar es mostrar a los individuos cómo obedecer todas las cosas que Cristo nos ha mandado, a través de la dirección del Espíritu Santo. Puede haber un gran avivamiento en el ministerio urbano si los hombres y mujeres dotados de dones espirituales para enseñar, están dispuestos y disponibles a ministrar la Palabra de Dios con mucha elocuencia, levantando una nueva generación de obreros en la ciudad, preparados para cuidar al herido, presentar la verdad de Dios y declarar del Reino de Dios a sus vecinos. Su participación en el ministerio es urgente y absolutamente necesaria. ¡Que Dios bendiga sus esfuerzos, a medida que madura cada vez más en su habilidad de conocer, predicar y enseñar la Palabra verdadera del Dios viviente!

- Rev. Dr. Don L. Davis

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