El Nuevo Testamento Testifica de Cristo y Su Reino, Libro de Notas Del Estudiante, SW13

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E L N U E V O T E S T A M E N T O T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O

etc. “¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué planea Dios? Pensábamos que él era el Mesías – Teníamos tales esperanzas, tales deseos. Ahora todo se ha ido. Todo se ha roto, aplastado, arruinado”. Como en aquel entonces, las hermanas dentro de nuestras iglesias poseen una empatía y amor especiales. Las Marías vienen temprano el día después del Día de Reposo para ungir el cuerpo del Señor. Sus corazones estaban tan cargados que debieron parecer piedras, estas queridas hermanas vinieron a la tumba donde yacía el Señor con el intento de preparar su cuerpo con el amor y el cuidado que sólo conocían quienes lo amaban desde el primer día que lo conocieron. Conversando por el camino, se comentan entre sí el problema de la piedra. Era una piedra muy grande, y ellas no tenían la fuerza para moverla. Quizás compartieron una con otra diferentes soluciones posibles sobre cómo retirar la piedra. Estaban preocupadas acerca de su peso y tamaño. “No podremos ungir al Señor a menos que obtengamos ayuda para mover la piedra . . . ” Que raro debió parecerles llegar a la entrada de la tumba y ver que la enorme piedra ya había sido quitada. ¿Qué habrán sentido sus corazones en ese momento? ¿Horror? ¿Entusiasmo? ¿Miedo? Las Escrituras declaran que entraron inmediatamente en la tumba, y para su asombro vieron a un joven sentado al lado derecho de la misma, vestido con un manto blanco. Ellas estaban espantadas, pero el joven les dijo palabras que aún resuenan a través del tiempo, tan claras como una campana. Él les dijo, “No os asustéis; buscáis a Jesús Nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no esta aquí; mirad el lugar en donde le pusieron”. Después de esto les dijo que fueran y dijeran a sus discípulos y a Pedro que Jesús los encontraría en Galilea como les había dicho. El registro bíblico dice que salieron corriendo de la tumba, estando completamente abrumadas por el temblor y el asombro, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo. Las palabras del joven eran muy concisas, aun así en su breve declaración resumió la más poderosa e importante verdad de toda la doctrina cristiana. Buscar a Jesús de Nazaret el crucificado, en la tumba, siempre será buscar inútilmente. Ya no está en la tumba, él no está allí. El Señor de todo está vivo, él ha resucitado. El lugar donde lo pusieron prueba que es así. Deje que el poder, la maravilla y el impacto de la declaración se sumerjan en su espíritu, enciendan su alma, e iluminen su mente. La antigua promesa de Dios acerca de un Salvador y Señor que reinaría en el trono de David se cumplió en lo siguiente: el Mesías, Jesús de Nazaret, el mismo que fue crucificado por nuestros pecados está vivo. Él ha resucitado de los muertos y está vivo para siempre jamás. Y pronto, muy pronto, él regresará para terminar lo que empezó en la cruz - estableciendo un Reino de paz y justicia para siempre. Ésta es nuestra esperanza. Ésta es nuestra fe.

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