El Nuevo Testamento Testifica de Cristo y Su Reino, Libro de Notas Del Estudiante, SW13

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E L N U E V O T E S T A M E N T O T E S T I F I C A D E C R I S T O Y S U R E I N O

Lecturas sobre Cristo (continuación)

Christus Victor : El Guerrero Mesías

Salmo 68.18 - Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios. Salmo 110.1-2 - Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos. [ Christus Victor ] el tema central es la idea de la expiación como un conflicto y una victoria divinos; Cristo – Christus Victor – pelea y triunfa sobre los poderes malignos del mundo, ‘el tirano’ bajo el cual la humanidad está en esclavitud y sufrimiento, y en él Dios reconcilia al mundo para él…El trasfondo de la idea es dualista; Dios es representado en Cristo, como Aquel que obtiene la victoria en el conflicto contra los poderes del mal, los cuales son hostiles a su voluntad. En esto consiste la expiación, porque el drama es un drama cósmico, y la victoria sobre los poderes traspasan una nueva relación, una relación de reconciliación, entre Dios y el mundo; y todavía más, porque en cierta medida los poderes hostiles son considerados como un servicio a la voluntad de Dios, el Juez de todos, y los ejecutores de su juicio. Desde este punto de vista, el triunfo sobre los poderes contrarios es considerado como la reconciliación de Dios mismo; se reconcilia por el propio acto en el cual reconcilia al mundo para consigo.

~ Gustaf Aulen, Christus Victor . New York: MacMillan Publishers, 1969. pp. 20-21.

El mismo Mesías resucitado es nuestra vida

Col. 3.1-4 - Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Debemos tener presente que en vez de darnos un objeto después del otro, Dios nos da a su Hijo. Por esta razón, siempre podemos levantar nuestros corazones y mirar al Señor, diciendo, “Señor, tú eres mi camino; Señor, tú eres mi verdad; Señor, tú eres mi vida. Eres tú Señor, quien está relacionado conmigo, no tus cosas”. Pidámosle a Dios que nos dé gracia, que podamos ver a Cristo en todas las cosas espirituales. Día a día estamos convencidos que fuera de Cristo no hay camino, ni verdad, ni vida. ¡Con qué facilidad