El Reino de Dios, Guia del Mentor, MG02

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E L R E I N O D E D I O S

Una teología de la Iglesia (continuación)

b. Al Hijo, quien por su encarnación, muerte y resurrección logró la salvación y quien ahora está glorificado a la diestra del Padre.

c. Al Espíritu, quien es el Señor y Dador de la Vida.

2. La adoración es el principal propósito en el cielo y en la tierra, y toda vida dentro de ellos (Sal. 148-150; Lc. 19.37-40; Ro. 11.36; Ap. 4.11; 15.3-4). 3. La adoración es la actividad central de las huestes angelicales que honran a Dios en su presencia (Is. 6; Ap. 5). 4. La adoración es la principal vocación de la “comunidad de santos”, es decir todo verdadero cristiano, vivo o muerto, que procura glorificar a Dios en todas las cosas (Sal. 29.2; Ro. 12.1-2; 1 Co. 10.31; Col. 3.17).

B. La Iglesia ofrece a Dios adoración aceptable. Esto significa que:

1. Los que adoran han renunciado a todo dios falso o sistema de creencias que pretendan su lealtad, y han hecho un pacto de servir y adorar al único Dios verdadero (Ex. 34.14; 1 Ts. 1.9-10).

2. Los adoradores adoran:

a. En Espíritu, como personas regeneradas que por la fe salvadora en Cristo Jesús son llenos con el Espíritu Santo y están bajo su dirección. b. En Verdad, entendiendo a Dios tal como Él es revelado en las Escrituras y adorándolo de acuerdo con la enseñanza de la Palabra. c. En Santidad, viviendo vidas que demuestran su entrega genuina para servir al Dios viviente.

C. La Iglesia adora como un real sacerdocio, ofreciendo de todo corazón sacrificios de alabanza a Dios y empleando todos sus recursos creativos para adorarlo con excelencia.

1. La Iglesia cristiana es un pueblo en adoración, no un lugar de adoración.

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