El Reino de Dios, Guia del Mentor, MG02
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E L R E I N O D E D I O S
8. ¿Cuáles son los tres aspectos en los cuales kakos , de acuerdo a la Biblia, desafía al reino de Dios? ¿Cómo el conocimiento sobre las características del kakos nos ayudan a comprender mejor hoy día los problemas de la ciudad y la guerra espiritual?
Resumen de conceptos importantes
Esta lección hace resaltar ciertas verdades importantes acerca del reino de Dios, y su desafío frente a la rebelión de Satanás y la desobediencia de Adán y Eva. El Dios trino, YHWH (Padre, Hijo, y Espíritu Santo), es la Majestad Soberana del universo, el cual existe por sí mismo, y es además el que creó el mundo ex nihilo para su gloria. Como Creador y Dueño de todas las cosas, la soberanía de Dios habita en Su persona, y puede ser demostrada en todas Sus obras en lo que respecta a la creación y Sus acciones en la historia. El gobierno de Dios y el derecho a gobernar fue desafiado, inicialmente y más significativamente por el diablo en su rebelión célica, a saber, en la esfera celeste. El principio de la rebelión satánica es la soberbia (orgullo propio); su deseo torcido de recibir el honor y la gloria que sólo corresponden a Dios. La rebelión de Satanás resultó en la caída de muchos ángeles los cuales siguieron sus pasos, así como la tentación, desobediencia, y rebelión voluntaria de Adán y Eva en el Jardín del Edén. A esta rebelión en el cielo y en la tierra se le llama “la Caída”. El primer resultado de la Caída fue la producción del kosmos , el sistema mundial actual que opera tomando ventaja del poder de la lujuria, codicia, y la arrogancia. El segundo resultado de la Caída fue el nacimiento del sarx , la convulsión y revuelta de la naturaleza humana, resultando en actos personales de pecado, el comienzo de la naturaleza pecaminosa en los humanos (“la carne”), pecado y culpabilidad imputada a causa de la violación de Adán lo que provocó la muerte física y espiritual. El tercer y más devastador resultado de la Caída fue la liberación del kakos , el diablo que ahora opera en el mundo blasfemando a Dios, engañando al mundo, y acusando a los hermanos. Por medio de Jesucristo, podemos vencerlo a través del Espíritu Santo, la sangre y nuestro testimonio (1 Juan 4.4; Apocalipsis 12.9-11).
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