El Reino de Dios, Guia del Mentor, MG02

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E L R E I N O D E D I O S

9. Como señal de la autoridad y Señorío de Jesús, ¿cómo contribuye la ascensión a nuestro entendimiento que en Jesús, el Reino ha sido inaugurado?

Esta lección se enfoca en las formas en que el Antiguo y Nuevo Testamento testifican por medio del pacto de la promesa a Abraham y los patriarcas, la tribu de Judá, la familia de David y finalmente a la persona de Jesucristo, la cual como Cristus Victum (por medio de su muerte en la cruz) y Cristus Victor (por medio de su resurrección y ascensión) ha traído a esta presente época, el Reino de Dios inaugurado. Desde el principio, Dios se comprometió a destruir los efectos de la caída convirtiéndose en un Guerrero en contra de Sus enemigos, se oponía a la serpiente mientras proveía gracia a la Simiente de la mujer, la cual vendría y vencería a sus opositores. El proto-evangelium (Gn. 3.15) representa la primera y más decisiva declaración sobre el compromiso del Dios trino de vencer a Su enemigo, la serpiente, a través de la Simiente de la mujer, el cual sabemos, se trata de Jesús de Nazaret, el Señor de todo. Dios como el Guerrero Divino hizo un pacto con Abraham para bendecir a todas las familias de la tierra por medio de Su Simiente, el cual sabemos, se trata de Jesús de Nazaret. Dios renovó la promesa de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, con el pueblo de Israel, la tribu de Judá, la familia de David, y finalmente por medio de Jesucristo, el cual ha comenzado el Reino de Dios en su etapa final a través de su persona y obra. En Jesús de Nazaret, la promesa del pacto a Abraham y las promesas proféticas sobre el Mesías en el Antiguo Testamento han sido cumplidas. Jesús es el cumplimiento de las promesas mesiánicas. La autoridad y el poder del reino de Dios fueron inaugurados y manifestados en la vida y ministerio de Jesús. Aunque gran parte del cumplimiento del Reino se verá en el futuro, éste ha sido demostrado ya en la tierra a través de su encarnación.

Resumen de conceptos importantes

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