El Reino de Dios, Guia del Mentor, MG02

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E L R E I N O D E D I O S

Muchos truenos y poca Lluvia

Al discutir la última serie de predicaciones que el pastor de la iglesia predicaba sobre el tiempo del fin, una pareja debatía si en realidad esos sermones eran beneficiosas para la iglesia y el crecimiento de los miembros. Según ellos, el pastor se concentraba en demasiados detalles sobre el mundo profético, y muchos de los oyentes se perdían con las variadas teorías sobre el rapto, la gran tribulación, el lago de fuego y otras materias, y todo esto parecía estar muy lejos de sus luchas como maestros de la escuela secundaria en la localidad. Después de muchas conversaciones, concluyeron que tal tema, aunque era bueno para seminaristas o líderes de iglesia, no tenía mucha importancia en la vida de “cristianos comunes y corrientes” como ellos. ¿Está de acuerdo con este análisis? Justifique su respuesta.

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Un buen Dios no lo demandaría

¿Qué piensa de la idea ahora popular sobre el juicio final de Dios sobre el pecado, especialmente de sectas como los Testigos de Jehová, los cuales dicen que es imposible que un Dios bueno y amoroso demande castigo eterno para aquellos que traspasan su ley? ¿Le parece razonable o irrazonable esperar que Dios requiera retribución eterna para aquellos que no se arrepienten y creen en Jesucristo? ¿Es esto extremo, hay alguien en la tierra lo suficientemente malo como para merecer castigo eterno de parte de Dios? ¿Cómo comenzaría a resolver estas preguntas, si fuera confrontado con ellas?

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Hablemos primero de los asuntos más importantes

Al discutir las próximas lecciones que serán enseñadas en la clase de discipulado de adolescentes en una iglesia urbana, dos líderes de jóvenes estuvieron en desacuerdo en que sí es necesario instruir a sus estudiantes en “las cosas finales”. Esto surgió cuando uno de ellos observó que en los últimos cinco años no se les había enseñado a los adolescentes ni una sola palabra acerca de estas cosas. Este líder creía que era crucial para los cristianos, pues las mismas representan lo más importante en la vida cristiana. El otro maestro no estaba de acuerdo, diciendo que aunque la enseñanza bíblica sobre “los últimos días” tiene su lugar, es más importante hablar acerca del amor y la fe, porque antes que se produzca alguna enseñanza sobre esta materia profética, es necesario hablar primero de las cosas más importantes. ¿Qué piensa de sus puntos de vista, y cómo resolvería esta discusión, reteniendo el énfasis correcto de la enseñanza bíblica acerca de las cosas del fin, y la obra práctica del reino de Dios para ellos hoy día?