El Reino de Dios, Libro de Notas del Estudiante, SW02
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E L R E I N O D E D I O S
Textos acerca del Reino en el Antiguo Testamento (continuación)
sujetos. [15] Y el SEÑOR destruirá la lengua del mar de Egipto; agitará su mano sobre el río con su viento abrasador, lo partirá en siete arroyos y hará que se pueda pasar en sandalias. [16] Y habrá una calzada desde Asiria para el remanente que quede de su pueblo, así como la hubo para Israel el día que subieron de la tierra de Egipto. Is. 12.1-6 (NVI) - En aquel día tú dirás: «Señor, yo te alabaré aunque te hayas enojado conmigo. Tu ira se ha calmado, y me has dado consuelo. [2] ¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!» [3] Con alegría sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación. [4] En aquel día se dirá: «Alaben al Señor, invoquen su nombre; den a conocer entre los pueblos sus obras; proclamen la grandeza de su nombre. [5] Canten salmos al Señor, porque ha hecho maravillas; que esto se dé a conocer en toda la tierra. [6] ¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión; realmente es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!» Is. 19.2 (RV60) - Levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo; ciudad contra ciudad, y reino contra reino. Is. 51.4-5 (RV60) - Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos. [5] Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mí brazo ponen su esperanza. Is. 60.9-13 (RV60) - Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. [10] Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; por que en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. [11] Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. [12] Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. [13] La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies.
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