Enfoque en la Reproducción, Libro de Notas Del Estudiante, SW12
E N F O Q U E E N L A R E P R O D U C C I Ó N
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Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres
Devocional
Hechos 5.27-32: “Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó,[28] diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. [29] Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. [30] El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole de un madero. [31] A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. [32] Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también del Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”. ¿Con la autoridad de quién tenemos derecho de hablar a aquellos que no creen en las “extrañas” declaraciones de Jesús de Nazaret? En estos días de diplomacia política y en un tiempo en el que la intolerancia religiosa produce hechos terribles de violencia y terrorismo, ¿acaso la gente decente no debería “calmarse” y permitir que la gente crea lo que quiera sin interferir o juzgarlos? ¿Acaso el tiempo para compartir su fe con el propósito de persuadir a otros a que sigan su perspectiva está fuera de moda, fuera de época, o sencillamente equivocado? El ejemplo de los apóstoles sirve de enseñanza a todos los hombres y mujeres, los cuales están llamados a representar los intereses y la reputación de nuestro Señor resucitado ante otros. A pesar de la terrible oposición y la amenaza de severos daños físicos si continuaban compartiendo las Buenas Nuevas de Cristo y de su Reino, los apóstoles permanecieron inamovibles. Pedro y los demás apóstoles dejan en claro lo siguiente ante la intimidación y la amenaza: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matásteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”. “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. La Gran Comisión de nuestro Señor, si bien le fue dada a un grupo entusiasta de testigos que escucharon el mandamiento del Señor resucitado de ir a todo el mundo y predicar las Buenas Nuevas, es un mandamiento generacional. Hasta el regreso de nuestro Señor, cada generación de cristianos sale desde su propia Jerusalén, Judea y Samaria con el evangelio del Reino. Todos tenemos la responsabilidad de compartir el evangelio hasta los confines de la tierra. Nada puede detenernos o intimidarnos, porque el mismo Jesús de Nazaret que fue crucificado en Jerusalén hace tanto siglos, ha sido exaltado. “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matásteis colgándole de un madero. A éste, Dios lo ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón
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