Evangel, Que Ninguno Perezca

Introducción

Evangel significa “buenas nuevas”, y ahora, por Jesús, eso es lo que tenemos que dar. Comencemos donde estamos y compartámoslo desde nuestros vecindarios hasta los confines de la tierra.

Sin lugar a dudas, creo que este podría ser uno de los momentos más estratégicos en la vida y la misión de la Iglesia de Jesucristo. En un mundo que se tambalea por los desastres naturales, la rivalidad étnica, el ruido entre las naciones con la amenaza de una guerra nuclear y la confusión general y el caos, parece que estamos en una grave crisis. Mientras los corazones de muchos están entumecidos y frustrados, ansiosos por todas las posi- bilidades de guerra, hambre, odio y división, el evangelio de Cristo continúa prometiendo esperanza en lugar de desesperación, fe en lugar de temor y vida frente a una cultura de muerte en constante crecimiento. En las sombras sociales del temor y la ansiedad, el discípulo de Jesús puede confiar en la expectativa de un futuro donde el Hijo del Hombre presidirá como Rey para siempre en un cielo y una tierra nuevos, que prosperarán bajo su reinado. ¡Este reino es nuestro futuro y nuestra esperanza! A raíz de esta esperanza, el Señor resucitado ha encargado a su Iglesia a ir por todo el mundo y predicar las buenas nuevas a todos los pueblos. Estamos a punto de terminar la tarea; la Iglesia se ha comprometido estratégicamente a las grandes naciones del globo desde el tiempo de la ascensión de nuestro Señor y el envío de su Espíritu, y ahora los movimientos agresivos del evangelio están compartiendo las buenas nuevas en todo el mundo. A pesar de

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