Evangelizacion y Guerra Espiritual, Guia del Mentor, MG08

E V A N G E L I Z A C I Ó N Y G U E R R A E S P I R I T U A L

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El afecto hacia los nuevos convertidos gobernaba la asamblea de creyentes, explicándoles todas las cosas sobre Jesús e iluminando el entendimiento de cada pequeño grupo en el movimiento. Los apóstoles demostraron que la evangelización no es simplemente “cerrar el trato”, sino que se trata de llevar a los pequeños a la madurez en Cristo (Ef. 4.11-16). Mientras repasa la sección, señale la importancia del ejemplo apostólico en proveer cuidado a los creyentes recién nacidos, aquellos que respondieron positivamente al ofrecimiento de salvación de Dios en Cristo. Podemos aprender muchas cosas sobre el afecto y cuidado a los creyentes. Nuevamente debemos resaltar la relación entre la evangelización y el seguimiento, como también estimular a observar la frescura de la tradición apostólica en sus esfuerzos por asegurar y salvaguardar a los nuevos convertidos a Cristo. El esfuerzo y energía que invirtieron los apóstoles con el propósito de luchar contra las influencias obvias (personas, condiciones o situaciones) que pueden minar la fe de los nuevos creyentes, deben ser de ejemplo para tener actividades y compromisos similares. Esto es crucial para los estudiantes, no sólo aprender de los apóstoles, sino imitarlos. Su comprensión acerca del significado de la Gran Comisión en la ciudad no irá más allá del entendimiento que demuestren en la práctica. Asegúrese que los estudiantes se relacionen apropiadamente con la noción de evangelización para discipular, y que entiendan que lo uno no es posible sin lo otro, y que todas las formas de evangelización están entrelazadas a los esfuerzos de asegurar, salvaguardar y anclar a los nuevos convertidos a una comunidad de amor, donde puedan ser nutridos, protegidos y pastoreados bajo el liderazgo del Espíritu Santo. La evangelización y la guerra espiritual son tan agresivos como el seguimiento como en cualquier otra dimensión del ministerio del Reino. Aquellos que desean evangelizar, pero son tibios en cuanto al seguimiento, están quitando la habilidad del evangelio. No sólo se debe comenzar el recorrido, sino que es necesario terminarlo. 6

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