Fundamentos de Liderazgo Cristiano, Guia del Mentor, MG07

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F U N D A M E N T O S D E L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

Un pastor no-pastoral

Ahora está de moda, en la cultura de la mega-iglesia, que muchos pastores principales delegan la responsabilidad del cuidado pastoral a su “personal”, quienes hacen el trabajo pesado de aconsejar al deprimido y afligido, visitar a los enfermos, y alimentar a las personas y familias que conforman la membresía de la iglesia. El rol del pastor principal es el de ser la persona que está “al frente”, “el rostro público” de la iglesia, el que enseña en la reunión principal del ministerio público de la congregación, ya sea en televisión, radio o por internet. Esta clase de fenómeno ha creado la realidad de un “Pastor no-pastoral”, una persona que es llamada “pastor” de la iglesia, pero que no cumple un ministerio pastoral con las familias o individuos. ¿Qué piensa de esta clase de tendencias en la iglesia? ¿La naturaleza del llamado pastoral al ministerio abarca un grupo específico de individuos y familias o, en realidad puede pastorear una congregación de 3.000, 5.000, o aun 10.000 miembros? ¿Es legítimo delegar toda la responsabilidad pastoral a otros, mientras se retiene el título de “pastor”? De un modo correspondiente, muchos ahora piensan que la persona que tiene autoridad espiritual y que ejerce supervisión pastoral sobre sus vidas son los presentadores de varios programas religiosos en la televisión y la radio. No es poco común encontrar hoy día creyentes cuyo principal alimento espiritual o fuente de autoridad viene de éste o aquel predicador de la televisión. Compran sus materiales, religiosamente “atienden” sus presentaciones en la radio y la televisión, y se identifican con sus perspectivas e iniciativas. Ofrendan para su ministerio, y se asocian con los otros seguidores. ¿Será posible o deseable decir que la persona que enseña en la radio, la televisión, o en la red cibernética es su autoridad espiritual, y que ve a esa persona como su pastor? El hermano X de la televisión es mi pastor

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Un arte perdido

Una generación entera de pastores urbanos que fueron guiados en el arte de ofrecer un cuidado para el pobre y el oprimido está casi perdida. Estamos hablando aquí de aquellos pastores fieles que se dieron a sí mismos, sin egoísmo, a favor de pequeñas congregaciones anónimas que necesitaban la guía fiel de un siervo espiritualmente maduro que deseaba entregar su vida a favor de los amados de Cristo en la ciudad. Muchos de estos queridos pastores nunca recibieron un entrenamiento teológico formal, pero sí sirvieron en pequeñas congregaciones urbanas por un salario muy bajo o sin

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