Fundamentos para las Misiones Cristianas, Guia del Mentor, MG04

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F U N D A M E N T O S P A R A L A S M I S I O N E S C R I S T I A N A S

El Dios de la promesa también es un Dios de guerra.

En esta lección se tratan dos de los más importantes motivos de todas las Escrituras, y no meramente en relación al asunto de la misión. Los motivos La misión como el romance de las edades y La misión como la guerra de las esferas tocan temas verdaderamente importantes que son muy significativos para nuestro entendimiento de la obra del Mesías y de la Iglesia. Fácilmente pudiera argumentarse que dominar estos temas, es la noción central para dominar el significado de no solamente la misión, sino la identidad y la obra de la Iglesia. Por lo tanto, repase estos conceptos cuidadosamente, y asegúrese de poder sustentarlas con una apelación a las Escrituras. El romance divino entre Dios y su pueblo es uno de los principales motivos de la misión en las Escrituras, o sea, la determinación de Dios de tomar del mundo un pueblo como posesión suya, una posesión cumplida y completada en el amor de Jesús por su Iglesia. Cuando Dios aparece como el guerrero en el AT, con frecuencia lo hace para salvar a su pueblo de sus enemigos. Esto sucedió desde cuando cruzaron el Mar Rojo hasta mucho después en la historia de Israel. El tema del guerrero divino está estrechamente conectado a la idea de pacto en el AT. Dios se revela como rey por medio de tratados y pactos y luego promete proteger a sus súbditos de la amenaza del peligro de sus enemigos. Esto podemos verlo en las bendiciones que fluyen si la ley del pacto es obedecida. En Deuteronomio 28.7, Dios el rey promete que si Israel le obedece, “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”. Esto lo hizo Él varias veces durante la historia de Israel, apareciendo en varias maneras y usando diferentes medios para ganar las batallas. Con frecuencia Dios usó las fuerzas de la naturaleza, su propia creación, como armas. Cuando Israel cruzó el Mar Rojo fueron salvados y Egipto fue juzgado, Dios usó el viento para dividir las aguas del Mar para que Israel tuviera paso libre al otro lado y luego retornó las aguas a su curso para destruir a los egipcios (Ex. 14 y 15). Después, cuando Josué luchó contra una coalición de reyes del sur de Canaán, Dios usó grandes granizos para matar al enemigo e hizo que el sol se detuviera en el cielo para que hubiera más luz en el día y así poder terminar la batalla (Jos. 10.1–15). En otras ocasiones Dios usó sus ejércitos celestiales para pelear contra los enemigos de Israel. ~ Leland Ryken. The Dictionary of Biblical Imagery . (electronic ed.). Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2000. p. 211.

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Resumen de conceptos importantes

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