Fundamentos para las Misiones Cristianas, Guia del Mentor, MG04
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F U N D A M E N T O S P A R A L A S M I S I O N E S C R I S T I A N A S
seminarios, casas publicadoras y organizaciones eclesiásticas y para-eclesiásticas están dirigidas por personas cuyos trasfondos son europeos o norteamericanos, usualmente blancos y con contactos de poder y medios. Así que para muchos de afuera, el cristianismo no parece ser un pueblo nuevo de Dios basado en la inclusión, igualdad, diversidad y unidad—multinacional y multicultural, gozando de un vínculo en el Espíritu. Más bien, el cuerpo y novia de Cristo parece ser de orientación gentil, de dominio occidental. Tal percepción está minando nuestra habilidad para penetrar en ciertas sociedades, que esencialmente ven al cristianismo como una religión de cultura occidental; muchas naciones ya no más están dispuestas a recibir misioneros cristianos, al verlos como agentes de valores y normas occidentales, y no como representantes de los ciudadanos del cielo. Con una creciente animosidad contra el cristianismo y el Occidente, como líderes de misiones, ¿cómo debemos pensar acerca de la siguiente generación para comunicar a Cristo en otras culturas, sobre todo en las que son altamente sospechosas y escépticas de cualquier cosa occidental y blanca? El romance divino entre Dios y su pueblo es uno de los principales motivos de la misión en las Escrituras, o sea, la determinación de Dios de tomar del mundo un pueblo para posesión suya, una posesión cumplida y completada en el amor de Jesús por su Iglesia. En el AT la noción de la novia y el novio es prominente, relacionada con la idea de unión social, regocijo y alegría en las Escrituras, como también su uso básico como una imagen de la relación de Dios con su pueblo (según se ve en el libro de los Cantares de Salomón). En última instancia, su pueblo sería restaurado a Dios, quien danzará y se regocijará con su pueblo como un novio lo hace con su novia. El pacto de Dios con Abraham contiene indicios acerca de la esperanza y promesa de un nuevo pacto, y la probabilidad de la inclusión de los gentiles. En la persona de Jesús, la metáfora novia-novio se extiende y se completa. Ahora Jesús es la fuente y la vida de la Iglesia, su novia, y Juan el Bautista, su precursor, ha llegado a ser el invitado de honor del novio. El misterio del cuerpo ahora ha sido revelado por medio de los apóstoles y profetas, que los gentiles son coherederos con los judíos en la promesa de Dios en el nuevo pacto, y por medio de ello son recibidos como miembros de la nueva humanidad de Dios y novia de Cristo. El romance divino será consumado cuando descienda del cielo la Nueva Jerusalén, el lugar de la morada de Dios y de su pueblo, quien totalmente se identificará con Cristo, el novio, al ser hechos como Él, llegando a ser coherederos con Él, estando en su presencia para siempre como sus corregentes. Por lo tanto, la misión es la labor de compartir el mensaje de Dios de escoger un pueblo de entre todas las naciones, que por fe en Cristo Jesús han llegado a ser miembros de la comunidad que para siempre vivirá con Él.
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Reafirmación de la tesis de la lección
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