Fundamentos para las Misiones Cristianas, Guia del Mentor, MG04

4 4 4 /

F U N D A M E N T O S P A R A L A S M I S I O N E S C R I S T I A N A S

Este devocional se enfoca en la función de la ciudad en la misión redentora de Dios, y especialmente en la adopción de Dios de la ciudad como su cuadro de la morada de los santos redimidos y glorificados en compañerismo con Dios. La imagen de la ciudad en la Biblia es doble, no sencilla: es vista como el epítome de la rebelión y la autonomía, a la vez que es adoptada por Dios como el lugar de su presencia y destino final de los santos. Ryken habla de este sentido negativo de la ciudad concisa y persuasivamente. Con relación a la descripción de la ciudad en la Biblia como un lugar de rebelión, él comenta: Estando de pie en el umbral de la literatura del NT, la imagen de la ciudad en el AT puede verse de dos formas. En la creación de Dios habría de construirse una ciudad. Tal ciudad sobrepasará la gloria de Dios a través de toda la tierra. La humanidad ejercita autonomía, usurpa la ciudad de servicio divino y para su auto-glorificación. De ahí en adelante la ciudad es un símbolo de esa rebelión. Quienes se hacen sus aliados con ella se ponen contra Dios. Quienes miran a Dios son peregrinos pacientes, esperando en fe que Él establezca su ciudad. En la teocracia la ciudad de Jerusalén toma el carácter de la ciudad de Dios. Pero al fallar en ser un reflejo de su contraparte, es superada por la venida de tal contraparte en su forma consumada. La ciudad en sí no es ni buena ni mala; su identidad depende del estado espiritual de sus habitantes: “Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos será trastornada” (Prov 11.11; comp. con el vers. 10). Como podrá notar junto con los estudiantes mientras recorren el material de esta lección, este punto de vista negativo de la ciudad expresa el corazón de mucho del material bíblico acerca de la ciudad. Es vista como el lugar donde nació la rebelión, la desobediencia y la resistencia a la voluntad de Dios. Por lo tanto, nos sorprende grandemente ver la imagen de la ciudad completamente transformada en las Escrituras. En lugar de ser condenada por ser el producto de la enfermedad e imaginación humana corrompida, la ciudad es abrazada por Dios como su propio símbolo del lugar donde su pueblo y su honor residen. ~ Leland Ryken. The Dictionary of Biblical Imagery . (electronic ed.). Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2000. p 153.

2 Página 123 Devocional

Made with FlippingBook Online newsletter