Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 2: BUSCANDO EL BIEN COMÚN

no enseñó que podemos ganar nuestra salvación a través de buenas obras; Él estaba diciendo que nuestra fe se demuestra que es verdadera cuando la respaldamos con buenas obras. Las buenas obras prueban que lo que decimos acerca de nuestra fe es el verdadero negocio. Después de todo, al decir que somos cristianos, afirmamos tener una relación con el Dios del universo. ¿Cómo puede alguien decir que tiene una relación así sin nada que mostrar? ¿Y cómo podemos invitar a alguien más a tener tal relación y no esperar que busquen pruebas? Una afirmación verbal está lejos de ser suficiente. El fruto de nuestras vidas es el recibo que muestra que hemos sido comprados por Cristo. Santiago fue inflexible acerca del favoritismo (Santiago 2:1-4). Criticó a una congregación por jugar favoritos hacia un hombre rico sobre un hombre pobre. Al hombre rico se le hizo sentir bienvenido y se le dio un gran asiento en la reunión, mientras que el pobre hombre fue arrastrado a un mal asiento. Santiago marcó el comienzo de una dura reprimenda, recordándonos que los pobres y los ricos son iguales a los ojos de Dios. Esto es también lo que Jesús enseñó. JUSTICIA BÍBLICA Cuando muchos escuchan la palabra justicia, piensan en venganza. En nuestra cultura, la justicia se asocia típicamente con el castigo por un mal que se ha hecho. Cuando alguien es absuelto de un crimen que parece haber cometido, la gente exige justicia. Estamos programados de esta manera porque el sistema legal estadounidense está inclinado hacia la justicia retributiva, un sistema de justicia

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