Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 2: BUSCANDO EL BIEN COMÚN

es simplemente lo opuesto al buen personaje, por lo que las cosas se equilibran, lo que hace una buena historia. Esto puede engañarnos, haciendo que parezca que el mal es necesario para que el mundo funcione. Pero eso está lejos del caso bíblico. Génesis 1-2 deja claro que el mundo malo en el que vivimos no es el mundo que Dios creó. Y Apocalipsis 21-22 nos dice que algún día volveremos al diseño original de Dios de un mundo libre de maldad. El mal es un problema real con raíces espirituales, por lo que no podemos tratarlo con guantes de seda. A pesar de la evidencia diaria de lo contrario (tiroteos masivos, corrupción, abuso sexual, etc.), la gente sigue creyendo que el mundo es fundamentalmente bueno; fue hasta que sucedió Génesis 3. Tengo muchos amigos que son activistas por la justicia social. Siempre me desafían a meterme más en el juego. “Tuitea” más, escribe más sobre la injusticia, marcha más. Probablemente tengan razón al empujarme en esa dirección. Sin embargo, como hacen los buenos amigos, retrocedo. Le pregunto: ¿Tiene una casa de la iglesia a la que asiste más domingos de los que se pierde? ¿Cuándo fue la última vez que limpió su calendario y pasó tiempo con el Señor? ¿Alguna vez ha organizado una reunión de oración para la comunidad? ¿Quién le hace responsable de vivir una vida santa? El barrio tiene suficientes bienhechores humanitarios. No necesita cristianos tibios que vivan vidas espiritualmente neutrales. La santidad es el camino a la victoria porque trata con la raíz de la pobreza: el mal. No estoy diciendo que los pobres sean malos; La condición en la que viven es. El mal es la causa raíz de esa condición. Dios no quiere que nadie