Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 2: BUSCANDO EL BIEN COMÚN

Muchos en el barrio ya no piensan que la iglesia es relevante. Las cosas solían ser diferentes. Hubo un tiempo en que alguien en algún momento habría llevado a esos jóvenes a la iglesia. Hoy en día esa es la suposición equivocada. El cristianismo ha sido regulado a una tradición, no a un estilo de vida a considerar. Estamos en un momento en que hay demasiados que no encuentran relevancia en seguir a Cristo. Viven en rebelión de su creador porque los cristianos con demasiada frecuencia tienen una mentalidad tan celestial que no son buenos terrenales. Nuestra fe es vista como linda y tierna, pero no real. La única forma en que se vuelve real es si alguien proclama y le demuestra el evangelio. Las enseñanzas de Jesús en Mateo 25 son todas para enfatizar el principio de preparación para sus discípulos. El mensaje es que nadie sabe el día en que regresará, así que manténgase preparado. Él cuenta cuatro parábolas para demostrar este punto, y una de ellas ya hemos discutido anteriormente en el libro, el juicio final (Mateo 25:31-26). Él vincula la preparación a cómo tratamos a los pobres. Aquí enfatizaré otra parábola, que es la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30). En esta historia, el propietario dio a sus obreros recursos con instrucciones para multiplicarlos. Los recursos no se distribuyeron equitativamente, ya que les dio una cantidad que correspondía a su capacidad. Esto se hizo para no abrumarlos. Fue una configuración para que cada trabajador reclamara la victoria. Si lo intentaran, algo bueno sucedería porque el propietario lo patrocinó.