Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

¿QUÉ HARÍA JESÚS?

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ver con las probabilidades apiladas en contra de que puedan vivir su humanidad como Dios quiso. Los niños en situación de pobreza experimentan un círculo vicioso de mudanzas, perder muchos días escolares, viviendas horribles, una amenaza constante de violencia, relaciones poco confiables y una miríada de otros desafíos. No estoy enumerando estas cosas como un académico de torre de marfil (aunque con mis credenciales puedo pasar el rato con el mejor de ellos). Escribo desde la experiencia de primera mano. No estoy adivinando. Mientras pastoreaba en el barrio durante aproximadamente una década, yo era el obrero pobre. Fue una condición financiera en la que elegí estar para poder ser un ministro más efectivo. Lo que más recuerdo de esa época fue el estrés constante. Así que, francamente, me enoja cuando escucho a los oradores glorificar la vida de los pobres. No había nada glorioso en ello. La vida era dura. Demasiadas veces me quedaban veinticinco dólares para cuidar de mi familia hasta el próximo día de pago dos semanas después. La broma en mi casa era que ayunábamos porque no teníamos otra opción. Hubo muchos días inquietos y noches sin dormir. No creo que nadie dude de que el barrio es un lugar problemático. Toneladas de investigación describen por qué. La mayoría de los autores y expertos señalan el flujo y reflujo de varias mareas económicas. Los vecindarios que alguna vez fueron vibrantes debido a los abundantes ingresos fiscales y las oportunidades de empleo basadas en industrias fueron devastados cuando dichas industrias entraron en declive. Puedo recordar a un amigo mío consiguiendo un trabajo con salario digno en Buckeye Steel directamente de la