Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

JESÚS LO HIZO, NO JESÚS LO HARÍA

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Jesús entonces dirigió su atención hacia las cabras. Los condenó rotundamente por sus acciones. Serán castigados por no cuidarlo físicamente. Y como las ovejas, las cabras están confundidas. ¿Cuándo cometieron un acto tan odioso? Cuando ignoraron a los más necesitados entre ellos, no hicieron lo correcto. Sus corazones no estaban bien, y no ser generosos fue la evidencia que los condenó. Recuerde, esta parábola está ligada a nuestro juicio venidero, por lo que no debemos tomar esta lección a la ligera. Una de las formas en que Jesús nos hará responsables cuando muramos y lo veamos es por nuestras acciones hacia los necesitados. Si estamos verdaderamente comprometidos con Cristo, parte de la evidencia es cómo tratamos a los pobres en nuestra vida. Me atrevería a decir que si no está dedicando una cierta cantidad de tiempo, talento y/o tesoro a los pobres, no deje pasar otro día sin hacerlo. Así de seria es esta enseñanza. LA POBREZA DE JUAN EL BAUTISTA Juan el Bautista jugó el papel específico de preparar el camino para el ministerio de Jesús. Fue un gran maestro por derecho propio, predicando constantemente el arrepentimiento. Él vinculó la prueba de arrepentimiento al nivel de generosidad de una persona, y enfatizó la satisfacción con lo que uno posee (Lucas 3:11-14). Cuando Juan tenía dudas acerca de si su primo Jesús era verdaderamente el Mesías, Jesús incluyó proclamar las buenas nuevas a los pobres como evidencia de que él era el verdadero negocio (Lucas 7:22). En el evangelio de Lucas, también encontramos la historia de Jesús siendo rechazado en su ciudad natal de Nazaret (Isaías 61:1-3, proclamado por Jesús en Lucas 4:16-28).

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