Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

JESÚS LO HIZO, NO JESÚS LO HARÍA

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se opusieron a él. Lo menos, lo último, y la pérdida de los barrios de remanso en los que predicó (no muy diferente de donde creció) fueron su audiencia. Iba a la gente común en todas partes. El Sermón del Monte proporciona una enseñanza clara sobre las expectativas que Jesús tiene para sus seguidores (Mateo 5-7). Esta es la enseñanza continua más larga de Jesús que tenemos registrada. Hizo varios puntos dentro del sermón, pero centrémonos en sus pensamientos sobre dar a los necesitados y cuáles deberían ser nuestras actitudes sobre el dinero. Por ejemplo, dijo: Ten cuidado de no practicar tu rectitud delante de otros para ser vistos por ellos. Si lo haces, no tendrás recompensa de tu Padre celestial. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público (Mateo 6:1-4) Comencemos por reconocer la naturaleza práctica de su declaración. No es una elección de si debes dar a los necesitados, sino cuándo . Al igual que Juan el Bautista, Jesús ató nuestra fe a nuestra capacidad de ser generosos. Y esa generosidad debe provenir de motivos puros, no egoístas. Cuando damos de manera correcta, no somos hipócritas. Nuestros motivos deben venir de un corazón sincero.