Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 1: IGLESIA POCO COMÚN

movimiento que comenzó como un club bíblico todavía existe, empoderando a los lideres urbanos de base en todo el mundo. Ahora lo peor. Más tarde, ese líder blanco cometió un fracaso moral, y su salida no fue elegante. Muchos fueron heridos y se sintieron traicionados. Aunque esto ocurrió hace algún tiempo, nuestro ministerio todavía está en modo de recuperación de alguna manera. De hecho, su legado es una mezcla. Dentro de este telón de fondo, busqué al Señor con respecto a la relación que World Impact debería tener con su fundador. Recibí sabios consejos tanto de dentro como de fuera de nuestro ministerio. Lo más importante es que oré, estudié las Escrituras y llegué a la conclusión de que World Impact no debe dividirse. Así que busqué la reconciliación. ¿Por qué le cuento esta historia? Porque quiero demostrar la importancia de la santidad. Le debemos a cada persona que lideramos y servimos nuestros mejores esfuerzos para perseguirlo. El liderazgo exitoso implica perseguir la santidad personal, la planificación estratégica, el desarrollo del talento y la adquisición de recursos. De estos cuatro, la santidad personal supera con creces a las demás. Cuando ocurren fallas morales, es como dejar caer una roca en un cuerpo de agua. Las ondas rompen las aguas pacíficas, y la falta de paz fluye en un círculo cada vez más amplio. Lo que sucedió con World Impact ha matado a muchos otros ministerios. Eso es porque demasiados no han valorado la santidad personal, por lo que demasiadas rocas han caído. Cruzar la línea de liderar y hacer ministerio para poseer un ministerio es uno de los caminos más claros hacia el fracaso moral. Cuando somos dueños de un ministerio, no somos