Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

5 Haciendo una iglesia saludable

SIETE HÁBITOS HACIA LA MADUREZ ESPIRITUAL

M ientras se relajaba en su sillón reclinable , un hombre recibió una llamada telefónica inesperada. Apenas podía oír a la persona en el otro extremo, como susurró. “No estoy hablando fuerte porque no quiero que tu tía me escuche. Ella tiene Alzheimer y no quiere que lo sepas. Creo que debes venir a visitarnos lo antes posible”. Esta revelación sacudió al hombre, pero su sentido de urgencia aumentó cuando descubrió que su tía era la cuidadora principal de su esposo, que estaba en un hospicio domiciliario. Para colmo, estaban a seis horas de distancia, y tenía un horario de trabajo completo en los próximos días. Pero esto era familia, así que sintió que era necesario hacer lo que tenía que hacer. Desahogó su agenda y condujo por la carretera, su mente se llenaba de preguntas sobre: ¿Qué tan mal estaban su tía y su tío? ¿Quién supervisa sus asuntos personales? ¿Cuánto tiempo va a tomar resolver estas cosas? No tenía idea de en qué se iba a meter. El hombre llegó y no estuvo allí más de cinco minutos cuando un miembro de la iglesia de su pariente vino a

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