Jesús Recortado de la Imagen

Jesús Recortado de la Imagen

Mientras miraba de reojo este fenómeno, yo estaba cada vez más perplejo pero no lo suficientemente motivado para investigar las causas. Estaba muy ocupado con mi llamado misionero como para pensar mucho en ello. Entonces conocí a Brian en Wichita. Él estaba pasando un tiempo difícil en su vida, sintiendo que la vida de la iglesia se hacía insostenible. Él todavía amaba a Cristo, pero la iglesia estaba minando sus fuerzas. Como pastor, la tarea de infundir vida en su iglesia era cada vez más difícil. Pasamos el fin de semana tratando de articular lo que ambos estábamos experimentando en nuestras iglesias locales. Como muchas personas, Brian estaba cansado de las instituciones y rutinas que parecían bloquear una vida de restauración en Cristo. Él estaba desgastado por un sinfín de programas y prácticas que poco habían ayudado a llevar gente a Cristo. A pesar de mi mejor esfuerzo para animar a Brian, no fue de mucha ayuda. Yo mismo estaba desanimado y frustrado por mi incapacidad de identificar las fuentes de nuestra consternación. Me despedí de él en el aeropuerto, saliendo sin una respuesta. En el vuelo de regreso a Los Ángeles, decidí llegar al fondo del asunto. El desaliento de Brian cambió mi perspectiva. Esto ya no era teórico. Era algo personal . Así que empecé una búsqueda precipitada de oración, estudio y diálogo. Traté de escuchar a todos los que pude. Le rogué a Dios que me ayudara a entender. Durante el segundo semestre del 2005, mi

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