Jesús Recortado de la Imagen

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reafirmar su compromiso con la Gran Tradición, sino también explicar su lugar único dentro de la Iglesia.

Dado que el Pueblo de la Historia busca una variedad de expresiones, la existencia de las denominaciones no tiene por qué ser una vergüenza. De hecho, las denominaciones pueden ser vistas como una expresión de la obra creadora del Espíritu Santo. “Las diferentes denominaciones con sus distintas tradiciones teológicas son un medio por el cual Dios nos lleva a luchar colectivamente a través de entender la verdad. Nuestras diferencias son cosas que no han sido resueltas todavía”. 131 La integración basada en las Raíces Sagradas no significa que no asimilemos todas las tradiciones cristianas en una forma institucional, carente de distintivos denominacionales. La Iglesia es “Una” debido a sus compromisos comunes con Cristo y su Reino, como se expresa en la Gran Tradición, no debido a denominaciones despojadas de toda singularidad. El Pueblo de la Historia puede crecer en su aprecio por la unidad y la diversidad de la Iglesia mediante el estudio de otras tradiciones y expresiones de fe a lo largo de la historia de la Iglesia ( Ríos de Agua Viva de Richard Foster 132 es una útil introducción). Las dimensiones de la integración Mientras una iglesia busca encarnar sus Raíces Sagradas , se pueden considerar cuatro dimensiones de aplicación: la teología, la adoración, el discipulado y la evangelización .

Una forma de conceptualizar estas categorías es a través del Gran Mandamiento de amar a Dios y a nuestro prójimo (Mt. 22:37-40). En

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