Jesús Recortado de la Imagen

El Reino de Dios

“Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies (1 Cor. 15:24-25)”. 3. El rescate. Jesús rescata a un pueblo para que sea su propia novia. “Él nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Col. 1:13)”. En sus bien intencionados esfuerzos por reducir la historia a un mensaje fácil de comunicar, muchas tradiciones han minimizado los dos primeros aspectos (Trono y Conquista), centrándose casi exclusivamente en el tercero (Rescate), limitando una plena comprensión de la Escritura. En algunos casos, al Trono y la Conquista se les restó importancia a propósito, porque la gente se siente incómoda con esos aspectos de la historia. En cualquier caso, el Rescate (sin el Trono y la Conquista) se ha convertido en el corazón del mensaje cristiano en Estados Unidos. Con el diablo puesto afuera de la imagen, el individuo (la pelota) adquiere mayor importancia que lo que se pretende, y la imagen no tiene mucho sentido. La imagen es demasiado pequeña. En lugar de centrarse en los aspectos generales de la historia (un Rey que recupera su trono frente a un adversario del mal), el énfasis ha estado en un Salvador que salva al individuo . Si bien es cierto que el Rescate está realizándose, hay demasiado énfasis en el individuo, lo cual desdibuja la historia. El plan de Dios “incluye no sólo la reconciliación de las personas con Dios, sino la reconciliación de ‘todas las cosas en el cielo y la tierra’. La redención

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