Jesús Recortado de la Imagen

Jesús Recortado de la Imagen

El Reino de Dios sugiere que hay una tarea que cumplir que es más amplia que “mi relación personal con Dios”. Jesús vivió, murió y resucitó por más que “mi salvación personal”. Él tenía un Trono por restaurar y un enemigo a vencer (Conquista), y ahora quiere continuar su victoriosa campaña a través de las acciones de su Rescatada novia. Claramente, la meta de la historia de la humanidad es traer gloria al Hijo a través del establecimiento de su Reino (Ef. 1:19-23). Durante muchos años los científicos han buscado lo que se llama el Teorema de la Gran Unificación (TGU), lo que podría explicar todo en una gran ecuación. El TGU es el intento de explicar lo que parece “inalcanzable, diverso y disyuntivo. Hará sentido con el universo físico. El Reino puede servir como TGU, no sólo de la Biblia, sino de todo lo que hacemos, pensamos y somos, de hecho, de toda la existencia y de todo el universo”. 27 En Efesios, Pablo resume el plan divino de la “gran unificación” diciendo que Dios “nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Ef. 1:9-10).

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